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La medianoche desmesurada se va deteniendo por selvas
para olernos el talle
para la existencia de un gesto boreal
nos desvelan cortinas en un frutal invernadero
tu cabello es el hijo del fuego
articula estrellas peligrosas que desprenden los estanques
sin nombrar palabras esclavas
estas escamas me violentan a mis pesadillas de felpa
al sudor de un beso en la coronaria
el hecho es que he caído en tu resbaladizo vientre
rompiendo los pactos marcados con nuestra sustancia
el balancín de tu fondo deja sin moblaje mi precipicio.
Gio.
1 comentario:
Quizá lo que leo es entrega, entonces todo, olerse el talle.
Beso Collazos!
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