sábado, 16 de mayo de 2020

Contorno



Deberás crecer lo siente aunque el tiempo
barro monta corteza al río llora
el nivel de la tierra y aprender constancia
a cultivar choclo en el cemento
ser más poesía un hombre alfabeto canción que ríe
la luz desliza demonios urgentes en un estómago
labio de golpe en la voz del sueño y los frutales
ser más de uno con el cuerpo roto
como niños al ser oídos con el pulso entre la zarza
claridad de cabellera prolonga el patio del colegio
lo frágil de las macetas al impacto del cráneo
deberás crecer al interior partícula o ser planta emergida
entre la gente de pie y mojar las alas con los relojes.




Gio.

jueves, 7 de mayo de 2020

Kalimba

Ya el ímpetu es a deshora
la juventud son ganas de abismo
el amor desfiladero enciende el mar un instante
así llega tiempo la sabiduría
no por entregarse se hace uno
se hace desde el margen lugar deseo de la calma de un hambriento
barrigón la garganta una cueva de ojos padres
                                                               su anhelo flota con la pluma
a decir invierno ella teje la vid con sus manos
deshace siglos
                        memoria la cama eternidad
                                                   amontonados frascos brutos de miedo
y decirme mí no tuya nunca de nadie
                                 cuello rebosante libertad
trabájome el agua adulto el cambio
idiófono interior de voces donde serpentina wincha
la ausencia necesidad del componerse.






Gio.

miércoles, 8 de abril de 2020

Ondulaciones



Qué varón en sus heces hace su rol si nació no sabe cómo si se indigesta compacto aspirado por dentro si de pequeño abre sus labios se angustia le dan un color no llora la caída sóbate y adelante camina dime si su cuerpo ha sostenido padre madre qué le dan la piedra rompe el tiempo alrededor todos los mensajes ya lo han vaciado él él se repite dándole en la garganta la palabra poder con el pene su pene desmenuzado la competición es la bruma que golpea su rostro y así violencia qué hacemos en la sustracción del niño si descomponen su carne no sabe lo construyen muralla como propiedad balbucea legible los túneles los sonidos a deshoras para brotar más allá el sufrimiento qué lugar su ser expuesto al desarrollo su ser en el engaño la gravedad de la tierra en su vértigo cómo enseñarle la caída la hombría obsoleta del hueso torturado el sistema su instrumento mirar las costuras el ahí ensangrentado no hay dulzura en las palabras la pugna su lenguaje encarnar su interior su albedrío alguna vez nosotros fuimos cómo nombrar el camino alcanzar el despojo ser la carne transformada.






Gio.

jueves, 2 de abril de 2020

Salario

.
Crepitante todos los salones pueden escucharse
caerse un tenedor copas manjares empenachados
y un salario fundirse con la cuchara

                                              señorito vive usted de otra respiración
                                              garnacha que suda en carne muy hecha
                                              brazos de bandeja sostienen el mar de cristal
                                              donde pisamos bronquiales noches

los pies afónicos chaposo transverberado
como kurmi su pan lleva a la mesa
las doce horas alienadas al aliento que late
el amor potencia la respiración tranquila

donde yace un vendaval embriogenia su condición de hombre
                                 hombre
                                                virtud del sueño
                                                                             prelusión numérica

sentirse poblado de colisiones
día a día sideral el parpadeo pensativo relincho
las horas cansadas como pumas instalándose como lepra
habrá quien explotara su hilito de carne sustancia
carne de la hondura enternecido obrero.





Gio.

martes, 24 de marzo de 2020

Cuestiones previas



Qué lo anterior a la sangre
qué suceso al digerir la creencia
qué insomnio nos asesta tal viento de algas en variaciones
lentas pendientes del cuerpo devora cintura
acribillados a constelación de aquel cerebro
pálpito en esa calle raíces por los pliegues
del niño culpable de dios culpable del padre culpable de culpa
bajo milenario dominio de sus ojos cerrados

cuál ser luego de la palabra sencillez
regado a pedazos como moscas sobre el muerto
como el gusano en la garganta del miedo de llorar
delante te quiebra los dientes
dime el previo despertar al despertar
el desagüe después del desagüe
hombre invento de barro

qué lo sentimental
antes del amor sólo músculo
como si leer el iris sea labor de máquina
cuánto el daño
no sabemos la pregunta.





Gio.

martes, 25 de diciembre de 2018

III

Incrédulo de paraguas en el metro
perfora la oscuridad
                                 más su luz su razón
un trasatlántico agitador de ojos
solitarios en panaderías
caen furtivos al sonido instrumento
a distancia inútil presencia de aves
que abrazan el rostro del jazz
cortado galope perlas a la mirada Coltrane
           y su andar embotellado
jefe no logra atrapar la vida
ese costo su procedencia no tiene propietario
                               el trabajo de una planta carnívora
agnóstico que desnudo pierde el miedo
aún se enamoran
                           en yacimientos de frutas
aquel hueso expande su rostro
el pálpito contenido
el descreído sueña la paciencia carne
                                       un brote de violín
la música ignora
el peso del hambre
la dignidad que duerme en un banco.




Gio.

II



No cuesta abrazo ni lágrima secar
el hijo brote la vida
calladamente un hueso pureza
                                                 descubre
suscita en la boca una rebeldía
no cuesta se impone
todo amor de abrigo y chompa latido
proteger como un manto de gatos
                                                      que cubren
la tierra su compañera
                                     y el frío
sobre una vela estupor de apoyo impermeable
          sin género
porque los cisnes escupen blasones
la entrega una cortina abierta
sin razones quizá un viento
su nombre y esta historia
cerca sus pies cerca los gatos se alejan
las fuerzas todas la lucha
no cuesta un sueño
las piedras se labran castillos se forman
precario es el miedo
la herida forja ramaje ternura densa
                                                          compañera.




Gio.

I





Suficiente impuesto el idioma
pago tu gramática atildada sangre
se derramó tú sabes mucha
encadenado pensamiento las manos no cuentan esa historia
la oficial sin luz
la blanca que nos calzo el reflejo gusano
todo se explica allá rememora
cabellera de amor hiende por el pecho
así gemimos en la aridez
                                        rasgamos el aire
de bruces el cráneo pájaro origina
quizá ser mestizo es estar perdido
amontonar esos pedazos es amenazante
acribillas duro el tambor del hueso
suficiente un cuerpo de tierra su rostro colibrí
donde esta piel es contar con palabras el olvido
nombrar ese espacio donde nada circula
sin saber expresar el aliento
descubrir centrifuga manera de muerte
estridente forma de existir.





Gio.

sábado, 21 de julio de 2018

Voces de un cuerpo



Quiso ser al inicio masa un grado tener soltura y facultades ser catre un Marx criogeniza dientes sin propiedad nada sin carne reconforta los vicios del domingo sin propiedad la piel nadie ser moscas sobre cuerpos allá la luna gira puente y qué es púlpito la inexistencia falta de aire cúbito desafecto Lima su sensual economía para encontrar el daño allá ha pasado presintiendo un piano y un gesto se ha ido yendo hacia los muros mezquindades saberes reaprendidos de una memoria anciana los letreros sexuales conociste te desarmas impresionista no ha llegado la muerte ven tu piel a esta casa no ha llegado nieve salto un continente para el labio inferior muy carne y el estómago bulle silenciosamente ente visual la calma el vestido líquido cae pierna aladas el resumen clítoral de lenguas expande cerebro aguja cerebro sal su sabor persistente en los dedos abre sensible calle Leyva y su marqués en cama jugo el rostro confidencia un libro allá el regazo su piel no sabía nadie el aliento para abrigar el frío no sabía nadie América escombros han matado indígenas tantos lo mismo un amanecer nosotros aquí sangrando el tiempo como niebla tu rostro los dos chorreantes no queremos irnos puede escucharse al abrirse un yacimiento siento al rasgar hueso humo en cana caballo lentas raíces alcanza para el amor adormidera es la piel constelación del cobrizo al asfalto musical suena qué importa salpica cadáver en el rescoldo la migración pídeme certificado de la sangrecita con hambre lúcido afásico lúcido a cien puñaladas alunesado sabe sí tristeza irse en tenue vulva la oscuridad de fruta arbitraria la sed sonriente y fugaz pasa habitando los flujos la papaya su vitamina solar ser color tender una peruanidad inventada de dónde vas por qué vienes allá tú sabes la cáscara miran salieron púas cual hemisferio si la cabeza notara lunar sus ojos razón cual eres y pasa tiempo amar aprendes desligas propiedad visión tu aquí con lejanía lo cercano trasciende idea aún contradictorio no importa el mar la sal prende pólvora entiendes idiomas como propios pasa tiempo cerebro se desarma expande duele suave la soledad emancipado racial poder tomas poder un lugar para crecer con toda esa multitud del pecho ambulante luz.





Gio.

jueves, 19 de octubre de 2017

Campos



Poesía había clavícula al costado mordiendo imperiosamente una caminata malasañera a cada escrito pulgar tan avanzada hora para reconocerla la he mirado surcado poniente silueta mi kiosko aspirina tomado milenios diera qué niño sale había soñado si larguísimas al acercarme descomponía el pecho intuía carne salta al oído muy gelatina el músculo separándome mí en aquella calle la palma pegada sin querer perder el ojo suyo fuente danza en mi funicular mestizo dientes cerilla no quería despegarme párpados su vocal intercambiaba fibra sudor por el costado la voz deambulando muy delgadamente la luz es y lo sabía pupila reducida siendo la noche y la deconstrucción es un proceso dije asentando sonriente a todos defectos patriarcal el derrumbe nación no lo supe de pequeño y el rojo su cabeza más fue mirada e hinchado nada cursi ocurría ya sí vamos en mi mercado papaya desayuno podemos me desprendo un poquito mejor tranvía entonces como un dos de mayo lateando un beso deja ya cursilería me ha descarnado bemba no importa el muerto no muerto llueve qué adolescente decapitado acariciando hierba en las uñas y un rostro más Kandinsky que Picasso constelación no escribas constelación mide la azúcar pero le gusta ecuestre ya mis orejas de la cópula del aire unos cabestros han despertado riñones tuertos qué tan lácteo puede ser un cuerpo qué choclo la fortuna cuánta locomotora incrustada desgranamos sonoridades de las infancias y no sabemos no esperamos la sombra.


Porque tu cuello y la lejanía a dos metros limosna sin embargo el purgatorio gracias sangre por aliento clavado aquí oscuridad de sombrero para arrancarle vida a la vida altura de labios en la locura vaso de lágrimas y tu subsistir bisonte pliegues subsuelo de mente de lamparillas descuelgan su aroma arbitrario y mi paciencia cucharón de tu rojo suave hasta el suelo rojo pelo por mis dientes descontrolados un pie suelto y la cortina debajo de mi anudado curiosamente ángel cual brazo brotó en la bombilla todos desnudos como viejos zapatos debajo de la cierto es eriza los vidrios animales fue ansia sapos que no se han escrito en cabeza impenetrable por polillas muerte ciega muerte pupila a la inútilplegariadepapel yace inmediato en su fondo quería sus esquinas y abrazarlas en mi desierto altísimo las hortalizas qué pinta el alba la carne su deglución en cama silente frágil es obvio temblor su mano dibujé su nombre entendía mi desarme la noche sus ojos son la noche llorando y brotaba.








Gio.



miércoles, 26 de julio de 2017

VI



Desandar el lunes sin labios pretorianos en la espalda domador de éxodo ciclo vía en territorio ajeno a tu acantilado trabajado de playas recorre canto y su capa solar de laderas tributarias alucinado alunizado alunesado burguesmente en tu predilección así sea poblador político bolsillamente vacío toma el adagio por la calle leal principio sin holgura revístete de hombreexprimido sal de la lengua acomódate lector en la clase social sin hacer ruido nadie será tú viste el azul y lo extrañas un martes helado sin su voz si la sientes bien miras camino sigues por qué no sabes ocurre tendones inaccesibles afluentes sin boca sin ojos sin algas mujer mi rostro mi capilar mi eclosión en su cuaderna profundidad en presunción del espíritu el silencio es un pálpito de claveles manojo de tu ida distancia palabra inmolada al verano y su frío de miércoles aún así con arbustos sonrío decolonialmente muy pluvial mi refulge tu resonar mejilla en toda la semana tu aterrizaje tus movimientos marítimos la razón sin sentido del vuelo ya ves voy suelto lanzo y no mido el trayecto de una instalación tímpanos en tu pecho roedores en el coral y los cóndores quedan orfebres estomacales aquí bien estar la incisión de este ruido la corteza vuelvo hacia dentro extraño sortilegio en esta inflexión del cuerpo ay tu aliento incrustado cerebro elástico en al azul tendido en la ternura.










Gio.

martes, 11 de julio de 2017

No lugar



Lugar tan su ser así se perdió
yuxtapuesto espíritu la visión en la piel
el hombre voz quemada ánfora su garganta
una noche tierra estancia la frontera extensión
del vasto alambre esa indiferencia del soplo
que muy extranjero habrá sido para la urna
deciden otros el cuerpo el cobre tu sangre
tiene rostro vendimia exprimido a ser posible desde la lengua
aquí estamos con la violencia al margen
en la campana del alba hierba origen las hormigas de sus encías
qué nacionalidad es el color la esquina geranio el trabajo cemento
qué lugar Aluche y su cárcel
colonial todas las devoluciones como mercancías
qué vida si cantas transeúnte la policía sus papeles
disimulas monumentos afuera viste las heridas
no alcanzará el amor ni sus formas
duele esa blanquitud de los peces.







Gio.

jueves, 6 de julio de 2017

V



Brisa la cama de un cuarto los libros despliegue trazos corto el cabello agua el cuerpo muy mesita de noche muy de escritorio el necio los colores contando lunares comúnmente dormía comúnmente pectoral y tu cabeza perforando el hueso inconsciente de tu ahí estar sin querer siendo no oscuridad con todo el gotelé cayendo Escher en mis ojos nuevos vaso emocional profundo embarque las constelaciones en una guitarra eléctrica de cansancio la respiración supe de nuevo sin ver azul es por dejarse ir tan cholo de mi cerro agita ser miedo largo lazo blanquísima su piel tan ojeroso libre de no dormir viento anaquel las pestañas y tú perforando la tierra acumulación de rocas en restaurante hindú esparcen ya no se sabe qué beso impregnado por oriente por camisa de fuerza por Tikka Masala sabor de trasatlántico para tu nombre así fue bienvenida desorden a las cuatro de la madrugada y a las doce de un medio día perenne en el ruido de un ventilador de letras lleno de paraguas para tu sueño y te parece mejor mi latido que la almohada desentornillo la inteligencia de mi rostro la identificación es un plano de metro en una palabra tuya fluyen palpables mis dedos despreocupados de pezones que retrasan las conexiones inalámbricas para que los barcos desnudos jueguen a los guardabosques como los niños chimenea camiseta de camarero que preguntó dónde se fugaron los platos para que su sur ya no comiera y el azul fue respuesta para el surtidor boca celuloide.









Gio

jueves, 22 de junio de 2017

Una película de Tarkovsky

I

Lo que habita en un ojo quizá mar quizá lengua de frutos prolongados pensamiento aquí la edad de la sangre quizá azul moviéndose sentada sentida luz resbalan agua en la piel delante sol y los cóndores sudando imagina estómago por la callejuela de balcones antiguos en el ojo ahí el estribo ahí perdido por el instante gotea en su frente abajo palmeras y el ojo libre quizá alucinación a treinta y ocho grados de tan lejos su venida a mi impuntualidad túnica arquitectura del desnudo al puñal de una nalga en silencio sugerido despierta fuego racializado hasta política azul quizá su ojo aliado fuerza desordenada su pelo satén mis crines calvas en sus ojos habito extrae fondo pezón incienso de alga mujer el rostro libre transciende la extranjería azul quizá sea árbol su cintura rama en mi causa limeña su paladar alguien sabe que su puerta abre el exilio donde mi retrato en su ojo alma es mi lectura mi silencio compacto.

II

Mi silencio compacto muy cinematográficamente pinta azul intensidad sus hombros su nombre el bar por la mirada cual asomé a limpiar el paisaje vereda pastillas en la tira de su blusa ni me fijé hasta la salida islas llenas de frutas despreocupadas los relojes en mi cara letrero los ríos se incendiaban cursi no puede tejido párpado pero no vi un bote para el bastón que cantar dulcerías aquí la pupila se abrió en su labio la noche sí camarero cientos de mesas en un solo brazo de cuanta ternura ahí sentada tinto tinto qué hacer si el aire es mucha evidencia sí me clavó su vamos a bailar en la risa escondida norma camarero te veo la danza el pie los imperios caen en mi cabeza la dedicación fuese miel humana ay volverse escritura temblando pintótodaslasvecessuaromaquevolteabamisojos la ciudad media el cambio de un sabor oceánico marinero de árbol había cucharas en la luna.

III

Las cucharas en la luna nacieron de una conversación de cóndores revoloteando las vísceras fueron aquí dispensaban el viaje su huida abrazo en la cebada dentro deseo silba el salario de su gracia más exclamación no pude ser me filtro extranjero por la garganta libre el confín libre ella su palabra purpura despega trigo el pensamiento olor playa olor cuello despegue del barro su boca como viejo ensamblaje de sangre hogar me quedo dije magnético por humedad revolucionaria al afecto quizá es sí seguro mi mente precisa igual el tiempo estancia su respiración piel todavía su ojo erizaba sigue naciendo extranjero en cada aspa ventilador la escritura al sur me engendra sus dedos semicerrados al filo de mi insomnio el azul se repite salvaje y no hay porqué entender no hay porqué entender flaco te ha sentido las costillas temblar el rostro expandirse el lenguaje no resiste no encuentra no cabe ni mirada a la nada tumultuosa calor ahí acá ahora el miedo la sed soñaba que no soñaba pero vino azul despliegue salaz desprevenido lo supe.

IV

Desprevenido lo supe y la danza del que sabe vivir al filo de su filo nuevo en el trapecio dientes su voz Berlín qué importa estaré el curso de las aguas es y lo salado de las islas de la imprudencia es vencer ya convicto al cuerpo al sabor tintura tu sudor el cerebro sexo la conversión de las formas reflexión tu olor me habla el deseo que el mundo vuelva a empezar no urge territorio nos sabemos boca lenguaje de árbol el viento confiesa las expresiones del pueblo somos luz y hechos comarcas por descubrir letales el lugar mismo hervidero de tendones pero tu voz me acá está hortaliza la carne como cemento rapsodia los estacionamientos no ha caducado la pobreza rica en escritura sigo ardiendo ojeroso en clítoris rango espuma de antorchas escafandrista me vuelvo a los pulmones en la mirada músculo de mañana moriremos y me gusta el brillo de la sangre en tu iris me transparenta me engulle humano el desierto me puntúa el mundo dentro vertebral de las cañerías música del fragmentado texto que el verano agudiza en tu vestido de hierba al sol subterráneo vientre donde sentí poeta la infancia de cientos movimientos telúricos ha tenido elástico el cielo las ramas se han detenido los pájaros para esperar la brisa.


(...)






Gio.

jueves, 30 de marzo de 2017

Grieta

La locura es un niño que duerme bajo el agua
el temblor fundido desobediente viento
hábito pulmonar de darse muralla casi
no queriendo grito de gallo martilleando allá
en ruptura de sangre al contrabajo
de habilidad geométrica para trepar campánulas
mediterráneo tus aerolitos llaman alimento
nube mar el compañero flotante que son madres y transmutan
todos juegan al engaño aunque estén ahogándose
no sé de poesía así la vida sea una palabra escalofrío
nadie
          sabe 
                  el dolor
          feroz         sequiebra
como el habla           dedos     al
                                                    espasmo
refuljo ruido
                    bocaen
peces atraviesan
                            herida
                                        orificios cuerpos
                 en gargantas
                                            de sal.






Gio.

martes, 28 de marzo de 2017

Usera



Hay un policía que entrega magnolias
regala entradas membranoso en su caudal
con aroma púrpura de parque
a la salida del foso en movimiento
enlatado el trinchudo frágil
orilla flotante de la memoria bajo la uña
hay un policía músculo abrazo
afina aliento sin importar facciones
conoce la angustia apenas comido en sus botas
y la asimetría de la piel sin documento nacional
abriga apariencia contorno híbrido color de dientes
como un poema al hablarnos de pérdidas
hay un policía empeine en su trabajo
gentil fleco la sonrisa bromurada
reparte soflamas como pescador de hombres
en verso corto sin raza barro jaula el cerebro
hilos pulsando fusil al campo ciudad
aglomerado si estuviera sol explotaría águila
volátil su bandera su uniforme.






Gio.

sábado, 25 de marzo de 2017

Rizoma



Decirles el pan como atributo del mediodía
azúcar morena sin refinar
pura y no blanca
donde la papa también migró
curvilíneo aquí
con sus raíces en la sangre del cholo como poema
decirles venimos rizoma al viento
espalda lumpen se encorva al sur como distancia
la tierra es subversión de ahí alimento
con su tecnología ancestral para el hambre
huayro llegaron sus ojos a estas chacras
urgente Arguedas deconstruye aún
Europa sin huacas llena de soledades.








Gio.

martes, 21 de marzo de 2017

Seseo



Madre es la distancia de las respuestas
del obrero grávido su duda creciente
qué se hace con los fideos de supermercados
qué reglón aplaca el sistema
respira queso por su perfil de noviembre
son dos las pagas de lejos cuanto lo ha sufrido
en la claridad del amor allá
con olor del mondoguito culantro que llega
fondista al hambre
no hay vestir terso para el aterrizaje piel alambrada forja
provinciano los estacionamientos
irremediable un buen tiempo tu aguante
sin falsía en la lengua puerta del ruido del rostro
desapegado no quieres dónde y ocurre
acumulación de ciudad sin madre a mansalva sombra
el canto endurecido
la sangre caldea el tiempo mucho a pasado por el cabello
fuego los ojos brotan del agua tardío los tendones
invertebrado en mutilaciones lo que eres ahora
la cabeza se anuda para caer raíces
oxígeno queda para volver.








Gio.

sábado, 18 de marzo de 2017

Aeropuerto



Parte avión a la fuerza y su entusiasmo blanco
sujeto al asiento vuela en proporciones
dadas las circunstancias por expulsión a la carta
dobla el corazón sus ojos anónimos
palpitando la carne en la ventanilla su humanidad
a los ojos el pan le postergan el brote le quitan
modula el fuego en su indumentaria
sin paradero mural en los escombros las columnas
llanto familiar sin reposo
en un país de aguas quemantes
país semejante colonial al sopor genital de su aliento
ahí viaja un difunto asustado racial
sin sustento campiña de alambres
viaja por debajo los privilegios substancia
no quebranta riqueza y su poder de leche la piel
derecho dicen humano pateando pobre e incrustado
el hueso funeral del hospedaje
dale aerolínea en la patria bienestar del color
dobla el avión al continente que muere turbio los gritos.









Gio.

sábado, 21 de enero de 2017

Torcaz



Paternalista te ibas desquitando de los campos
a tu forma de ver las enseñanzas para coronarte
haciéndole chistes al negro como instalación nocturna
ríe polvo llénalo de alambres y derrama boletos a quemazón
persigue el cuerpo en ceremonia militar o poniente líder
que libra la cruzada con papeles en la manta de Aluche
y ahí tú callado en el bar y el fútbol empalado en el nervio
vencimiento de la lluvia ardida en los cuartos confines
al despojo nautilo de la extremidad
cuánto color en el horizonte
cuánto hueso inmersión sacia peregrino
fotografía orillada a la medianoche inquieta
una oreja libre un coral de manos una holgura de alma
busca en los rastrojos hospicios el perfume bajío
con la sensación caudal de un país distancia
y su perspectiva de bingo trepando un esqueleto.






Gio.