El hombre cuneiforme


Microbús

Agárrate fuerte del pasamano
que la aventura te dejará
descompuestos los huesos

le han regalado el brevete
con su ignorado pie que no tiene prisa,
levedad benévola que no teme
la magma risotada del camino

¡lleva, vamos!
Acelera en silencio
que las luces del vahído
se te han apagado

serpentea y escríbeme
los trozos de la ruta
en la holgada negrura
de estos baches.

Hay un remero de moscas
en este cementerio
con cremolada conciencia

es un sol el viaje
hasta la última muerte
que toca el timbre
con su dedo de jarcha
hasta los zarcos infiernos

cóbrese el boleto,
se quema la llovizna constante
de bocinas en el antro urbano

¡bajan en la esquina!
¡pié derecho! ¡pié derecho!
Baje con cuidado, señora.

El mar de tus orígenes

Te acuerdas del mar de tus orígenes
y se te viene a los ojos
los muertos que enterraste en la arena

despiertas sus sombras en tu cuerpo
donde cabe el océano y la necesidad,
llenos de muros con llagas
que impiden la letanía en tus peces

tu lenguaje es el viento
desprendiéndose de la carne,
tu piel es el color,
tus manos viñedos y trigales
que vuelven al origen

aguzas el sendero en que el pájaro es preciso
y llevas a cuestas
un aeropuerto que se traga tu continente.



El pez

El pez no muere por la boca,
muere por la ingesta masiva
de sus propios defectos

no se ahoga en un vaso con agua,
se ahoga por la asfixia de su inventiva

no se muerde la cola,
sólo sigue una línea circular
sin desviarse del camino,
sin querer nadar sobre el aire
ni dejarse llevar por el viento.

Caballo de totora

Entonces soy un pornógrafo
que habla de la pus mundial
con alegorías bambas
queriendo surcar el Pacífico
en un caballo de totora
Vallejeando
en el vértice del ser humano

viendo el mar y sobre él
mi embarcación primitiva
en busca de la enorme ola
que me devuelva a la orilla
en un total despojo

y las yerbas de este cielo embarrado
se desproporcionan inmensas
entre el palo que se larva
pichicateando en mis desovados huesos.

Dependencia

No dependas del platino
ni del tronco inútil que te embaraza de silencio
en ese rincón de hábitos
que preside la mesa

no dependas de las flores
ni de ese jardín que ruge con su garfio
coge tú el machete
y clávalo en la hierba

no intentes subirte al jaguar sin despintarte los labios,
no llegues a ser el florero que rompe con su rabia,
despliégate por las calles de las garzas
y hurga en tu instinto, en tu mirada

atrápate primero entre tus muslos,
sé dulce para ti

invéntate el espacio con arenas movedizas
para que sacudas tu sangre de cualquier yugo,
de cualquier belleza contra natura.

Utilidad poética

La verdad es que la vida no es absoluta
se extiende tajante por los símbolos de la muerte

la enfermedad del hambre,
la miseria de la ignorancia,
se suscriben apegadas a las costillas de la realidad

si sirviera la poesía para aliviar y aplacar faunos
los jacos galoparían entre bosques de niños
y éstos olvidarían los cactus del cuerpo

el crujir de los huesos y el trinar del estómago
son campanas de mediodías,
son candores insultantes
al desolado aliento sintético
que ahonda en el bronquio

mientras el peso de la espada
ya no corta naranjos
la opulencia de los olivos
va acabando con los sapos que alimentan los versos.


Gatos y gatillos

No se puede prescindir de la intemperie
que cauteriza
los tábanos que se alojan en los párpados

no se puede prescindir de los suburbios del cráneo
ni hacer un picnic
en un país que te encarcela

el psiquiátrico está lleno de imprescindibles
con todos los naipes sobre la mesa,
con la vitrola que ladra a los perros cansados
que olfatean la distancia de los huesos

no se puede prescindir del asfalto
que es el amanecer desabrochado
andando entre tumbos
por los postes que bostezan.

Los gatos y gatillos también son imprescindibles

esos gatillos que se jalan
y que te apuntan a la sien,
esos tejen el cesto del pan
con la levadura de la balacera
para curtir el pensamiento.



Podría considerar este poemario como el primero que he escrito (aunque hace unos años atrás escribí tres, pero los disolví, porque eran realmente malísimos). Aún así, no termino de hacer correcciones. Y cabe indicar, también, que está dividido en 4 partes.