La locura es un niño que duerme bajo el agua
el temblor fundido desobediente viento
hábito pulmonar de darse muralla casi
no queriendo grito de gallo martilleando allá
en ruptura de sangre al contrabajo
de habilidad geométrica para trepar campánulas
mediterráneo tus aerolitos llaman alimento
nube mar el compañero flotante que son madres y
transmutan
todos juegan al engaño aunque estén ahogándose
no sé de poesía así la vida sea una palabra
escalofrío
nadie
sabe
el dolor
feroz sequiebra
como el habla dedos al
espasmo
refuljo ruido
bocaen
peces atraviesan
herida
orificios cuerpos
en gargantas
de
sal.Gio.
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