Crepitante todos los salones pueden escucharse
caerse un tenedor copas manjares empenachados
y un salario fundirse con la cuchara
señorito vive usted de otra respiración
garnacha que suda en carne muy hecha
brazos de bandeja sostienen el mar de cristal
donde pisamos bronquiales noches
los pies afónicos chaposo transverberado
como kurmi su pan lleva a la mesa
las doce horas alienadas al aliento que late
el amor potencia la respiración tranquila
donde yace un vendaval embriogenia su condición de hombre
hombre
virtud del sueño
prelusión numérica
sentirse poblado de colisiones
día a día sideral el parpadeo pensativo relincho
las horas cansadas como pumas instalándose como lepra
habrá quien explotara su hilito de carne sustancia
carne de la hondura enternecido obrero.Gio.
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