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Se ha ido por monedas
saltando la fuente con su caballo de dudas
y volvió prioritario en el turno de la zarza
se dio cuenta del despilfarro
de la energía con que el metal le daba en las piernas
el hombre se puso el uñero
su revolución de hígados en el adentro
para condenarse al cartucho azulado
a la tinta que el amor subraya
el amor precario ahuyente en los rincones
en el vientre viento de aquella lámpara
se aborda el poema carne del sustento
como el surco boca que inunda el rostro
los muslos son púlpito de toda la muerte
y grande su noche para ser libre
y grande su día para el entierro.
Gio.
2 comentarios:
Bien bordado y bien cerrado. Gracias por darme el placer de poder leer un poema como éste.
man, borraste tu face,
necesito mandarte correo
el mío es: putasasesinas@gmail.com
abrazo
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