Al pie de su cama la vi morder la vida

.

(A mi madre, que logró vencer el cáncer y que está en Lima)

En el deterioro de la enfermedad, tu sonrisa descorchada, se desgrana sin adornos
y me doy cuenta que la magia de niño incandescente expira

ahora soy un tipo duro con sollozo, un tipo sediento
que ya no deshoja las puertas ni va corriendo a tu encuentro

al pie de tu cama te he visto existir mordiendo la vida, apretando la sangre
dentro de una cueva de llagas sepultadas en la tumba que inventé para tus heridas,
fue una temporada con tu díos que ama el sufrimiento
al que nunca saludé,
entonces me creía fuerte y a la vez me retorcía

y aprendí que la fuerza eres tú
que la materia de la que estás hecha tiene un fino bisel que cimbrea
en la canícula de los andamios incrustados

hace tiempo que camino solitario por las noches
sin dioses, sin cruces y sin demonios guerreros,
sufro de ebriedad viscosa que me produce cierto temblor
en mis deshechos somnolientos

y pienso que de ti salí para disfrutar de la asfixia
de todo ser omnisciente,
para extrañar el tiempo
la piel
la vida y la muerte
contigo
en mi descatalogado desierto humano.



Gio.