viernes, 25 de septiembre de 2009

Un poema de Marian Raméntol Serratosa

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HAY HOMBRES QUE NO PESAN


Hay manos que nacieron sin pasaporte.
Cruzan la frontera del vientre
al antojo de cualquier sueño
mientras el cielo gira holgazán
sobre un rebaño de cabezas idénticas.

Nadie encuentra la cerradura por donde espiar
los nuevos diseños de cruces sin clavos
que los dioses están ideando para el próximo siglo.

Hay nombres que no tienen madre
pero su eco
sigue paseándose por la barandilla de lo imposible,
como si quisieran hacerle a los árboles la competencia,
siendo esos dandis empeñados, una y otra vez,
en arañar el sexo de las nubes.

Hay hombres que no tienen huella.
No pesan, y su daltonismo les impide ver
que están bailando un hermoso Vals
con el filo de la nada.

Un corro de chiquillos de nueva generación
andan amaestrando sus traseros
para respetar las normas de urbanidad,
donde la fe está prohibida, y el reflejo del agua
no es más que el color sepia de un retrato.

Cuando el cielo empiece a tener prisa
¿Cómo lograremos que el mar no nos bostece?



Marian Raméntol Serratosa (Barcelona 1966)
Del poemario: "Un Blues no es suficiente razón para morir" del libro Duología poética (2008)
miembro del grupo poético LAIE desde el 2004 y directora de la revista La Nausea.
Escribe en catalán y castellano y ha publicado varios libros:
La Noria del Festejo, Hay un área de descanso un poco más abajo de mi vientre, Comiendo Pelos Como Herejía Poética; Duología Poética, Un blues no es suficiente razón para morir y Pretendo que una guerrilla de poemas ataque de improviso el ático de dios, No hubo apenas mar en el desnudo abierto de tus ojos. También ha publicado en diversas antologías, revistas literarias y en la red. La podemos leer todos los días en su blog http://marianramentol.blogspot.com/

Gio.

3 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Otro descubrimiento. Aunque la etiqueta "jóvenes poetas" me confunde. Tendrás que abrir otra para "viejos poetas", jeje.

TrasTera dijo...

Marian siempre encuentra la metáfora perfecta, el símil que no admite réplica. Es tan fácil leerla y decirse "eso también me ocurre a mí"...

Un saludo!

Marian Raméntol dijo...

Gio! muchísimas gracias por este precioso detalle!

Un abrazo, poeta.

Marian