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Fulge facinerosa rama que agita la noche
testamentando la cordura de espadas sacrílegas
irredentas en un cuerpo baldío
que enmudece el espectro convicto,
envoltura fragmentada de un aliento
que habita en la palabra mendiga
del papel que enciende la lluvia
ardiendo a tientas
sobre el reflejo del sonido
que exilia la carne
sacro resquicio de servidumbre
en el pálpito desnudo
de un falo esqueleto alojado
entre astillas
de un reo sin savia,
sin indulto,
sin rédito,
sin remedio.
Del poemario: "Lenguaje Extraño"
2009
Gio.
1 comentario:
¡Bien! ¡Vaya poemazo! Te sobran las palabras en este vómito indómito, donde la idea crece (casi fálica).
El final es una muesca que agrieta al lector.
Gracias !!
Laura
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