jueves, 8 de octubre de 2009

Un poema de Oliverio Girondo

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No sé, me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de sorportarles una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!
..Ésta fue -y no otra- la razón de que me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
..¿Qué me importaban sus labios por entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
..¡María Luisa era una verdadera pluma!
..Desde el amanecer volaba del dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres...
..¡Con qué impaciencia yo esperaba que volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido entre las nubes, un puntito rosado. "¡María Luisa! ¡María Luisa!"... y a los pocos segundos, ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier parte.
..Durante kilómetros de silencio planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
..¡Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo!
..Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
..Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.


Texto extraído de "Espantapájaros (al alcance de todos)" 1932.

Oliverio Girondo (Buenos Aires 1891-1967)
Estudió Derecho, y muy pronto, a raíz de sus contactos con los poetas exponentes de la vanguardia europea, publicó en 1922 su primer libro de poemas, «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía», seguidos luego por «Calcomanías» en 1925, «Espantapájaros» en 1932, «Persuasión de los días» en 1942, «Campo nuestro» en 1946 y «En la masmédula» en 1954, obra que constituye en su trabajo más audaz en el campo de la poesía.
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6 comentarios:

Ángel Muñoz dijo...

TE VEO EL SABADO AMIGO EN EL CAMPO, HOY NO PUEDO IR AL FINAL A LO DE LA VIDA RIMA.

UN ABRAZO GIO.

Marian Raméntol dijo...

Uno de mis padres poéticos, grande Girondo, muy grande.

Un abrazo
MArian

Jose Zúñiga dijo...

Descubrí tarde a Girondo. Y ahora no deja de sorprenderme, de enseñarme.

Bibiana Poveda dijo...

GRANDÍSIMO GIRONDO!!!! recuerdo cuando lo leí por primera vez, fue un palo en la cabeza y no me he recuperado...
Vamos con el partido (el de los poetas, porque mañana tenemos un problema vos y yo!!!! jajajaja)
Abrazo, Gio!!!!

Giovanni-Collazos dijo...

Así es amigos, Girondo es grande. Yo lo descubrí hace poco, hace dos años atrás y me pareció bueno. Hay que leerle bien, con tranquilidad y te engancha.

Bibiana, yo ya tiré la toalla con el fútbol de la selección peruana, hay que cambiar toda la dirigencia, por que todos están podridos, la corrupción en el Perú está en todas las esferas y la incompetencia es generalizada en todos los ambitos dirigenciales. Y es una pena, por que tenemos jugadores de una calidad técnica envidiable, pero son inconsistentes. Falta un buen manejo desde arriba y no lo hay.

Mi deseo es que le gane Perú a Argentina, pero la realidad me dice que no será así.

Abrazos!

Gio.

Anónimo dijo...

Ya conocía este fragmento. Las palabras de Girondo son grandes desde el inicio. Te invade cierto asombro y admiración desde el comienzo. Es increíble.
Un abrazo grande, Gio. Excelente elección.