lunes, 26 de abril de 2010

Un poema de Bárbara Butragueño

.
.I am my own peace of mind.

El asunto es éste:

el cuerpo se dilata en soledad se expande sobre sí mismo

y de cuando en cuando abre puertas ventanas se proyecta

pero hay algo de negación en la apertura algo de carencia que abre huecos y el cuerpo es pájaro enfermo que gira y se vierte

fósforo en la garganta sacrificio

y el cuerpo busca porque se busca se lanza porque se niega y es en el salto donde por fin se asume en vertical se asume en punto de fuga:

es lo precisamente otro desde fuera de sí mismo
y cae y se termina de parir en la caída.


Y es entonces cuando uno debe asumir el oficio

cuando es debido hacerse límite y cercar el origen y gritar alacranes y apuntalar las casas que nos quedan

dejar de pulirnos a modo de espejo

comprender que somos sed porque somos pozo

y entender que la forma más perfecta del amor es el regreso

y volver a uno para no negarse jamás

volver a uno para ser el centro de toda ausencia

y cobrar sentido en la casa propia de los huesos

en la oscura biología del desahucio que se impone.




Bárbara Butragueño (Madrid, 1986)
Es licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid. Ha llevado a cabo multitud de recitales de poesía, la mayoría de ellos a través de la Red de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, además de compaginar su actividad artística con la pintura, la ilustración y la fotografía. Con su primer poemario, “naufragios diminutos” quedó finalista del Premio Adonais (2006). Con su segundo poemario, “no sabes nada del viento”, quedó finalista del Premio Nacional de Poesía Joven Félix Grande (2008) de la Universidad Popular José Hierro. Algunos de sus poemas han aparecido recientemente en la antología de poesía joven, Poesía Capital (Sial). A Bárbara la podemos leer en http://chincheta.wordpress.com/

3 comentarios:

Ángel Muñoz dijo...

chincheta es grande

Anónimo dijo...

el otro día le puse la cara y la sonrisa a bárbara butragueño, la voz, el saludo, la alegría

la persona esta vez brilla tanto como sus poemas, por lo que vi

Anónimo dijo...

jajaja! vengo a comentarte y me encuentro esto..

el otro día fue un caos. a los diez minutos de verte me surgió un problema y tuve que huir, rauda y veloz. no pude despedirme, no pude decirte nada...

espero poder repararlo, pronto.

un abrazo grande (y gracias)
B.