sábado, 31 de julio de 2010

Tranxilium

.
Madrid es el escenario de todas las noches
donde mis ojos no parpadean

el tranxilium se mezcla con la cerveza
y los efectos son inquietantes,
la córnea viaja
por los demonios de un cuerpo desposeído.

Todos quieren quitarse
el dolor de encima,
cuando el poema nos recuerda
que hay que escribir con sangre
para que las palabras no sean inútiles surcos
que se forman en un estómago con llagas.

Mi habitación es una celda dentro de otra celda
que se extiende por un laberinto
con los huesos pegados al pavimento
que remueven la acuosa ausencia.





Gio.

2 comentarios:

Caos dijo...

Si señor...hay que escribir con sangre...la tinta se seca demasiado pronto.

te leo, eh? aunque a veces me quede en silencio.

saludos

enne dijo...

madrid, cómo echo de menos madrid...