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La muerte se disfrazó de desamparo y se puso la máscara de orfandad,
se armó de podredumbre dejando insensible al cadáver
esta muerte no deja llaga visible
se abraza al esqueleto que mira desencantado
después de tanta bohemia malsana
que desoye la infancia común de la caricia ubérrima
es una muerte luminosa
que bebe con el sepulturero los clavos del madero
quedando ebria, en el dintel que deja abierta la herida
y rezumando el huerto indigente
es la muerte de la dolida carne,
parchada en su mandíbula, que moquea
en ternura de infortunio, en su quíntuple artería de mendigo
esta muerte no cree en crucifijos ni en cementerios repatriados,
esta muerte te desolla y te entierra vivo.
Gio.
10 comentarios:
te dije una vez que no te entendía; sigo sin hacerlo pero el ritmo y la piel que tienen, este en especial, me gusta mucho. será porque me gustan las cosas que yo no sé hacer
Es bueno, Gío, muy bueno. Me gusta mucho el ritmo, me encanta el final.
Abrazos
algunas muertes son temporales... con lo cual sólo es cansancio o apatía... pero se remonta.
Abrazo, Gio.
Considero que su poesía es críptica y enigmática; pero ignoro si de verdad lo es o si me falta...algo para descifrarla, si es bueno o malo que un poema sea críptico (o ninguna de las dos), y también si es su intención darle ese carácter o no.
En cualquier caso, es éste un sitio interesante para leer, en verdad.
me aterra la muerte que anda y late más que la inevitable muerte sin latido (que esa no me da miedo).
a veces la vida se desvanece verdad?
Un abrazo
Un escrito muy fuerte pero profundo, nos lleva a custionar algunos temas...muy bueno, besitos
no puedes imaginar
lo bien que lo comprendo
ahora mismo...
un abrazo, Gio.
inevitable tema recurrente,
muy bueno.
a mi también me encanta el final.
beso!
Se muere un poco cada día y al tiempo se nace igualmente. Hechos estamos para la contradicción y las paradojas.
Besos
espectacular.
Reabrazos,
g.
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