lunes, 31 de octubre de 2011

Las lúcumas

Mallorca -jun 2010
A Claudia, porque te amaré hasta que deje de existir

Las lúcumas siempre brotaban de tus costillas
cuando gota a gota traspasaba los límites de las ramas
abreviando la sed que se injertaba en mi pecho

masticaba lumbre, con el sabor del filamento aldeano
con la vibración silente de tu hierro.

Un yaraví salía de tus ojos
con la fruta cayendo en los ponientes
para ser devorada con el soplo de las espadas
que siempre bordeaba tus huesos.

Y yo, cretinamente, siempre trepando el árbol
como niño hambriento,
con el estambre de la piel
que rasgaba el amor
con que nos tonsurábamos el cuerpo.



Gio.

4 comentarios:

Nieva dijo...

Amplía tu mirada, no te estanques.

Giovanni-Collazos dijo...

No me estanco, yo seguiré escribiendo.

Todo lo demás no cambiará. Aunque lo intente tapar.

beso.

leolo dijo...

Si algo bueno tiene el blog ese de las críticas feroces es el de descubrir voces poéticas hasta ahora desconocidas. Lo que leí tuyo allí me gustó y aquí estoy desembarcando en tu blog . Este poema es muy bueno (en mi modesta opinión). Te sigo la pista ÇGio

Charcos dijo...

es tan bello el amor y sus tripas.

es tan hierro a fuego su dolor

es tan eterno el duelo

besicos Gio y abrazo