miércoles, 27 de marzo de 2013

Sucedo

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Aun estando solo, sucedo.
Ocurro con el vértigo de las mañanas
y en las aves nocturnas
que ululan en mi corazón de destierro.

Todavía retumbo sin trabajo en el equilibrio del despojo.

Y no he muerto.
Acumulo pólvora en mis ojos
para abrir fuego con la lluvia que inunda mi rostro.

Me resuelve la duda del desierto
se levanta del polvo la sombra
la sangre pernocta densa
como animal desdentado que huye tiempo.

Soy acto de hombre en cada engranaje del párpado
cada pulmón construye una mirada líquida
flamea la sangre contenida en bocanada
porque sucedo en la brecha que provocan mis errores.








Gio.

2 comentarios:

Ío dijo...


Que buen poema, Gio.
Creo que la única manera de suceder es estando solo, para morirse las veces que uno quiera, o necesite, en la sangre y en los versos.
Gracias.

Ío

María Sotomayor dijo...

Somos con los errores,
somos con los otros,

para llegar a veces a ser nosotros.

Beso Collazos.