miércoles, 30 de septiembre de 2009

Salvándome de la vida

(Confesiones)

Ando salvándome cada día de la muerte robándole siempre un verso a esta vida,

robándole un beso a Claudia cuándo se distrae y está mirando el vacío, porque no quiero que me los regale, yo quiero robárselos, sorprenderla y que me mire con rabia contenida
por no haberse dado cuenta. Con ella nada de lenguaje extraño porque me manda al carajo en una mirada.

Y cuándo me conversa durante todo el trayecto del autobús le arrancho otro beso, sólo para interrumpirla, para medir la fuerza de sus caninos cuando me muerde los labios y decirle gracias, por soportar a este individuo asiduo a su boca.

El compendio del querer se hace fractal en mi forma de ladrón chapucero, de bufón errante, de ratón de alcantarilla y en mi bizantino derrumbe bocal que se viste de algarabía.

-No tienes que preocuparte, en este impúdico de savia ratonera que ha mancillado el fango, todavía imperfecto, atravesando saldos de luz, trajeado de luto festivo. Soy un
náufrago que se salva ultrajando tu noche- Cuando eso le digo, me salpica con su mirada verdosa que me traspasa el cerebro para que me calle y la bese.

No sé como soporta a veces mi romanticismo decadente, que quiere embaucar mi salvaje instinto, mis deseos calamitosos.

Y así es como ando salvándome cada día de la vida por qué también le arranco versos a los dientes del tiempo, que me mastica y me escupe. Solo somos sobrevivientes luchando contra la aplastante rutina.
.
Gio.

6 comentarios:

Jose Zúñiga dijo...

Me encantan los "románticos decadentes".
Un abrazo

Marisol Cragg de Mark dijo...

¡Eres un excelente sobreviviente!
Muchos saludos berlineses.

Angel dijo...

efectivamente gio, la aplastante rutina pero tienes, por lo que leo unos dientes y una boca que te quieren y te salvan de ella.

abrazos amigo.

voltios

la judith dijo...

a mí me aburriría
lo del romanticismo
decadente, digo
"que corra el aire"
pero las hormonas
tienen su propia
lógica
sí (o no)

el texto
coñonudo, por eso

shlm

Vale dijo...

No me parece decadente tu romanticismo.
Los besos robados saben a novedad.

virgi dijo...

Te felicito Gio. Eres un poeta.
Un abrazo