En una bolsita de pegamento
dejó olvidado el caballo azul
que volaba
en el fulgor de un bostezo,
ha desgranado los colores
de los harapos salinos que extirparon de su piel
el penoso relámpago de su sombra
pies de polvo en desconstrucción
con la mirada náufraga
en la legaña semejante a la ceniza
en su cabeza retoña
un crudo invierno desarbolado
inocencia enrejada
en las cavidades del cemento,
en las calles deshojadas
por la indiferencia ennegrecida
del crepúsculo mortecino que respira
un halo marginal retoca su mundo
desmemoriando a la gente bien
que es un niño que se diluye
que se aleja de su sonrisa
y de la vida que le es esquiva
bajo este cielo que es su único techo.
Del poemario: "Que me encuentren en Lima"
2008
Gio.
4 comentarios:
"...que es un niño que se diluye
que se aleja de su sonrisa
y de la vida que le es esquiva
bajo este cielo que es su único techo."
(mientras tanto ese niño seguirá vendiendo sus caramelos hechos con "leche de vaca soltera" a "10 céntimos la unidad y 5 x 50")
PD. Gracias PLEBEYO, por revolcar tu tiempo en Letras de Barro.
"...que es un niño que se diluye
que se aleja de su sonrisa
y de la vida que le es esquiva
bajo este cielo que es su único techo."
(mientras tanto ese niño seguirá vendiendo sus caramelos hechos con "leche de vaca soltera" a "10 céntimos la unidad y 5 x 50")
PD. Gracias PLEBEYO, por revolcar tu tiempo en Letras de Barro.
Esos harapos salinos son todo un hallazgo. Algún día tendrás que dejarme esos poemarios inéditos.
Abrazo
Me gusto este poema.
Un abrazo Giovanni.
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