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Se descolgaron los cuervos de la cabeza
y la ciudad no se inmutó
se paseaban en libre vuelo
todos ciegos
todos enajenados
en la brutal maniobra de la mente confiscada
se fueron pardos, no negros
disolutos arcanos de la ajena noche
sin gorriones, sin palomas con espigas
planeando
sobre óleo cuerpo
sangre magra en fino plato
de pobre boca
se retrataron en serpiente fuego
que va floreciendo en mi sombra.
Del poemario: "Que me encuentren en Lima"
2008
Gio.
3 comentarios:
Cuervos, sin destellos de vida.
La muerte te ronda cerca.
Tan, tan.
Mosca
Me gusta mucho este poema. Un saludo.
chapeau gio chapeau, me está gustando más esta nueva forma de expresarte de verdad, chapeau.
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