sábado, 16 de enero de 2010

Las rocas se desgastan

.
Cada vez en cada instante
se va perdiendo
la poderosa virtud del asombro

los dientes se desgastan
cada vez que la ansiedad nos pierde
por los excrementos de la vida
que nos embarra de los delirios
salidos de un psiquiátrico
con grandes muros de carnes desnudas

entonces, las piedras, solo sirven
para darnos en la cabeza
por nuestra paupérrima rebeldía
del no discurrir por el viento,
de la inapetencia de los ojos infames
a gravitar por la tierra que resopla
las hojas doradas que llegan del sol

cada vez en cada instante
ya solo nos comunicamos por gestos.
Somos como rocas que laten
en el intestino grueso del paraíso.



Del pormario: "Un advenedizo en Madrid"
2007-2008


Gio.

3 comentarios:

Laura Gómez Recas dijo...

La vida nos digiere como rocas. Es genial el poema, Gio. Y el final, para saborearlo.

Laura

Bibiana Poveda dijo...

fortísimas imágenes para un poema de resolución. abrazo, Gio. un placer!

TrasTera dijo...

Quizá se minen de tantos cabezazos que nos damos contra ellas... Muy buen poema, que cierras muy bien con la última estrofa.

Un saludo!