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Es verano y yo, metido en la cueva, hibernando
llorando rojos labios de tiempo
mi idea de ser niebla
se torna perfecta, aquí, en el centro del vacío
pero el olvido no existe en mi carne
y me toco frío,
la inestable estación aún lleva charcos de uñas
en mi espalda
mi cabeza de lagartija hace estragos,
el estropicio de mi sustancia
se hace cáscara en mi boca
y mi memoria es un cuchillo mordiente
que crepita en el humus
de mi tronco caído.
Gio.
3 comentarios:
Estación sí, pero espero que no estacionado, o aparcado. Ojala y no haga estragos la memoria apartando de ti los mejores recuerdos. Siempre dejas algo con lo que reflexionar.
Un saludo.
Ya te iba leyendo desde hacía un tiempo. Gracias por tus palabras. Qué haríamos sin los lunes? yo no sé...
Me gustan mucho tus poemas. Es un placer poder leerte.
saludos
¡Pedazo de poeta que eres y mejoras cada día!
Un beso
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