sábado, 8 de enero de 2011

Apetito

.
Tengo hambre de tanto y sólo necesito de poco
en este desconocimiento de la claridad
que pervierte la luz

soy sobreviviente de los taladros con el cartílago en fisura,
con las manos salpicadas de cuerpo
en la música incesante
del abismo

tengo deseo de mucho y sólo uno quiero
en este vértigo de oscuridad que desmarca los límites
con las llagas de un armazón insomne.







Gio.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

qué grande.

a(petit)o

un fuerte abrazo,
g.

Lucas R. dijo...

con las manos salpicadas de cuerpo.
y pensar que las hay salpicadas de frío, de triste frío aunque el cuerpo abunde.

buen blog, me paso.

Charcos dijo...

si te dijera qué es lo que más me gusta .... TODO

y qué fue lo que me emocionó---- > TODO

M. dijo...

y cuando comer no sacia, y cuando beber hacia fuera, los despertadores tienen dos agujas para doce descosidos, y de nada sirve.

Anónimo dijo...

pero qué pedazo de poema. desde el título al remate.

la parte central es impresionante. casi otro poema. ay, esa "música incesante del abismo"

genial. abrazos.

Anónimo dijo...

A la casa de Giovanni se entra por la puerta de Vallejo.

Demos gracias por seguir teniendo apetito.

Andrés.