sábado, 26 de marzo de 2011

Quicio

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Urge la carne cauterizar su gravedad,
fundirse en niebla inhabitable
sin fragmentarse, sin dislocar los huesos

sin detenerse en el pestañeo de las puertas
despojando a la muerte de su rostro, ensangrentando el quicio.






Gio.

6 comentarios:

Eva R. Picazo dijo...

intenso
qué bueno!!!

Anónimo dijo...

Manos a la obra, pues!

Volianihil dijo...

Esa es una carne honesta, valiente. Un proyecto de vida.

Charcos dijo...

se me quedó pegado

;)

Layla dijo...

a veces la carne es urgente

Laura Gómez Recas dijo...

Pura fuerza expresiva, Gio.
Me parecen buenísimos los tres últimos versos, es una imagen tan potente que el lector se pilla los dedos en ella.

Un abrazo,
Laura