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Suena el tiempo de un jazz,
su silencio expone la lluvia
en la vagina del vértigo
y bebo de su negrura,
libo en cánula
su membrana calcinada por mi saliva.
Suena el viento y sus entrañas,
la médula se clava en la música
con un perfume que dicta un abismo
y ardo,
y evoco,
y todo es vértebra llaga ácido sombra
de un animal que me clava las uñas.
Gio.
4 comentarios:
"La que no pudo más e imploro llamas y ardimos"
dijo Alejandra intentando dominar el silencio
:)
me gustó tu poema, ese deseo de entrar en lo que se calcina...
la sensación es perfecta.
Perfecta.
Abrazo, bro.
cómo se disfruta viniendo así y leyendote varios post seguidos.
estoy de acuerdo con el Pez
totalmente
Hola Gio, me gustan estos últimos poemas que estás escribiendo como ya te comenté. Saludos.
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