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Si fuéramos conscientes que escribir también es dejarse la piel y desdoblarse, sin apartarse de uno mismo, tal vez no seríamos tan negligentes en nuestros prostíbulos; tendríamos chacras de lúcumas y chirimoyas, y a grillos como mascotas. Aún así no se dejará de ser un cuadro que cuelga de una pared, no provocará el sueño que se ha perdido.
Gio.
2 comentarios:
Hola GÍO!!
Pienso que sí nos dejamos un poco la piel,en cada escrito.
Un abrazo!!
Escribir es agrandar la herida y luego tratar de cubrirla con el canto.
Qué precioso lo de los chacras de lúcuma y chirimoya, Gio!
:)
Abrazos
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