.
exalta el instinto la creencia del infante
con el juguete creador de sus ojos exactos
inventa el refugio para su palabra
en la imaginación absoluta de la hormiga,
expatriando el infinito con sus vagones de viento
su silencio juega a precipicio,
a selvas marítimas, a pobres saciados
en esa boca desmesurada que canta
como pararrayos del miedo.
Gio.
8 comentarios:
Muy buenos tus últimos poemas Gio, aunque estoy algo menos activa ultimamente, te sigo leyendo. Por cierto, la foto antigua es chulísima y tú estás genial!
Un saludo!
Los ojos de los niños que no crecen nunca...
guarda bien este poema, Gío, es un tesoro.
Abrazo.
Me encanta cada día más tu poesía, y sigo admirando tus versos, besos
ay
niño de ojos grandes
vagones de abrazos,
G.
Maravilloso.
muy bueno amigo, de verdad, me lo llevo sin tu permiso.
en portugués:
http://partimonio.blogspot.com/2011/06/el-refugio-de-la-hormiga-o-refugio-da.html
ojalá nos sirviera cantar...
besitos
Publicar un comentario