viernes, 4 de noviembre de 2011

Escribir prosa

Hace tiempo que no escribo prosa y he leído los comentarios del texto de ayer. Parece que ya no lo hago mal. Pero los dos últimos textos fueron escritos sin criba alguna, todo me salió desde dentro, así como la poesía que escribo. Para mí la prosa necesita un especial cuidado, pienso que hay que tener un vocabulario más amplio. Hace unos tres años abrí un blog donde contaba mis "aventuras" en Lima, mientras estuve ahí, cuidando a mi madre. Aunque todo era real y sincero, después de revisar los textos, me di cuenta de que me faltaba mucho para escribir buena prosa. Así que me concentré en escribir exclusivamente poesía. Mi condición de autodidacta me exige exigirme mucho, ser autocrítico, leer todo lo posible. Soy de los que piensa que hay que aprender constantemente.

Da igual de lo que escriba. Si interesa o no interesa. Para ser sincero, nunca pienso en los comentarios, cuando escribo. Si tengo que hacerlo de un tirón porque me lo pide el cuerpo, lo hago. Ya sea poesía o prosa. Lo peor es perder la naturalidad. Por eso me cuesta hacer correcciones en los poemas, sin embargo ya me voy acostumbrando a trabajarlos un poquito después de escupirlos.

Recuerdo al profesor de lengua que tuve en segundo año de media (secundaria), tenía casi trece años; aquel profesor siempre que nos mandaba trabajos para subir la nota, nos dejaba como tarea escribir una historia, un cuento o un relato corto. Fue de los poquísimos profesores que me influyeron en el colegio. Porque hay que ser francos en reconocer que estudiando en una gran unidad escolar de más de mil alumnos, en Lima, se hace difícil encontrar buenos profesores que se preocuparan porque el alumno aprendiera de verdad. No tuve mucha suerte. Pero intenté sacar provecho, en cuanto a lo que me podían aportar, de los profesores que si tenían dedicación. El colegio, enorme, gigantesco; tantas cosas por contar de él. Ya me entró nostalgia. Pero voy a lo que iba. Dicho profesor de lengua, del que estoy intentado recordar su nombre y apellido en este instante... López, se apellida López, pues el profe López en una ocasión decidió hacer que los trabajos sean grupales, entre cuatro. Cada uno escribía una historia, nos indicó que los personajes que existieran dialogaran entre ellos, osea que la historia tuviera dialogo. Y ocurrió que el pequeño relato que escribí fue elegido entre mis compañeros del grupo para que nos represente. No vieron que hacía falta cambiar nada, tampoco teníamos un criterio válido, en aquel momento ninguno leía mucho, casi nada. Se lo presentamos al profe. No dijimos quien fue el autor. El profesor nos puso la nota más alta. Dijo, en plan de broma pensé que, habíamos ganado el concurso ¿Cuál concurso? Pregunté. El profe López nos dijo que iba a haber una actividad en el auditorio del colegio y que el concurso trataba en que la mejor historia que él consideraba se iba a representar en aquella actividad y si nos decía que ese trabajo era para eso, nadie iba a querer hacerlo o ponerle empeño, porque ya nos conocía. Por eso nos indicó que los personajes tuvieran dialogo. Yo me quedé con cara de sorpresa, no era una broma. Mi historia sería representada, no me lo creía. El profe no quiso que lo puliéramos. Así no más, esa naturalidad está bien, nos dijo. Los compañeros terminaron por contarle al profe que la historia la escribí yo. La historia iba sobre un partido de fútbol  en mi barrio y que sólo había jugado medio tiempo. Salí pateado, lesionado. Era la final de un campeonato que jugamos los muchachos del barrio cuando tuve doce años. El equipo contrario ya tenía más tablas y eran más grandes. Nosotros, flaquitos, con menos experiencia en jugar campeonatos. Llegamos a aquella final con picardía, con coraje, con ganas de divertirnos. Siempre jugábamos en la calle, en las pistas, esquivando los carros, saltando los baches, con un par de piedras de portería. No valían marcar goles que no fueran al ras del suelo, si la pelota daba botes o no iba al ras del suelo, el gol no era válido. Había que tener una técnica especial para lograr marcar. Qué formidables recuerdos. El campeonato se jugó con porterías normales. Ganamos aquella final, fue épica. Los amigos siempre la recordamos. Pues escribí sobre ello aquella vez. Lo curioso es que no le conté a mis padres que había ganado una especie de concurso literario y que mi "obra" iba a ser representada en el auditorio del colegio, entre otras representaciones. Sólo ya de adulto, a veces le doy la lata a mi madre con esa historia y a algunos colegas.

Osea, antes de escribir el primer poema, ya había escrito algunos pequeños relatos. Pero bastantes malos, para mi gusto actual. Pero la cuestión es no perder la frescura, la naturalidad. Intentar transmitir en un relato, también. Es complicado. Pero es menos difícil si se hace desde dentro.







Gio.

5 comentarios:

Eva R. Picazo dijo...

Estoy de acuerdo, cuando sale solo, fluído, no lo tienes que pensar, cuando cuentas tu verdad, ahí está lo bueno. Claro que sí Gio!
Un beso

Charcos dijo...

en mi caso Gio cuando escribo del tirón (que suele ser más prosa que poema o prosa poética) siempre gusta mucho más, creo que así somos más auténticos y eso se capta.

Ya te he dicho que me gusta tu forma de decir en prosa. Pero en esta concretamente revisaría los tiempos verbales en la estrofa central (he encontrado algunos tiempos que me han chocado pero igual los querías asi). Y este mismo párrafo lo intentaría partir para que la lectura fuera más pausada y no sea duro de leer.

Me chiflan tus historias sobretodo porque rezuman autenticidad y eso me gusta.

Y tú decides de qué escribes, faltaría más ;)

besicos

virgi dijo...

¡Qué lindo lo que cuentas!
Desde pequeños, ya se ve la ve de los artistas.
Besos

Bismark Estrada dijo...

Gio.

Te admiro muchisimo por esa garra que tienes para seguir evolucionando tus escritos, te leo desde hace años y has mejorado bastante.

Tu poesia es excelente.

Cuando lei, lo que publicabas sobre Lima, a mi me gustaba mucho ser testigo de la historia e incluso me hacia pensar que Latinoamerica es mas similar de lo que se piensa.

Yo igual creo que eres un gran escritor, pero sobre todo alguien que quiere mejorar y lograr lo mejor en lo que hace.

Y lo estas logrando.

Un abrazo.

estrella dijo...

Hola Gío!!

Gracias por querer compartir parte de tu vida con nosotros,dudas,experiencias,soledades.
La prosa,al igual que la poesía,se te da muy bien.
Se lee fresca y sincera sin adornos.

Un abrazo