miércoles, 7 de enero de 2015

Estupor de un gato que habla mi dialecto


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Me arrebató la fábula esperanza de la combustión
de ser el sonido de sus órganos
el longilíneo acierto de su vientre
me partió una bala con cien teléfonos en el veinticuatro
con Albinoni siendo viscoso en su pubis
y sediento
parto sobrio por cuencos psicóticos
en el origen roto de calles que se arrastran en la piel
al norte la penumbra sale de un plato
hirsuto vértigo del martillo dándome como un cavaquinho
y erecto el vacío del salario con sus tropas esclavistas
en las constelaciones de un marxismo lánguido de piernas
aún quedan campesinos que nos dan la beldad
y me aferro a la tierra
al barro cuarteado por brazos de hondura en los tendones
a la nada usurpada de los labios de piedra
y escruto la infancia como exhalado espejo
sabroseando combato luna parcela gata
que lame los dientes de cada ideología.







Gio.